Día del trabajador

El siguiente mensaje es para todos aquellos que sudamos la gota gorda y luchamos por el pan de cada día (que dramática!), nos hubiera venido bien un feriado :)

El día de ayer (1 de mayo) se conmemoró el Día del trabajador, muy importante si se tiene en cuenta los logros obtenidos para que sean reconocidos los derechos de la clase trabajadora, los cuales fueron conseguidos no sin antes pasar por una serie de conflictos e incluso derramamiento de sangre.

Pero más que todo hoy quiero referirme a un tipo de trabajador que pasa a veces desapercibido, pero tan presente en cada esquina de cada calle en nuestra ciudad, me estoy refiriendo al subempleado - al trabajador ambulante, a aquel que pasea con su mercadería hasta encontrar un "buen sitio", aquel que ante las circunstancias tiene que tener siempre la mente alerta, las piernas ágiles, los brazos prestos para agarrar el bolsito o la maleta con su fuente de trabajo portátil y salir corriendo si así lo amerita el caso si vienen los municipales. Aquel trabajador que soporta polvo, lluvia, miradas curiosas, sustos, en fin, para aquellos va este saludo.

He visto entre estas personas muchos rostros a quienes he llegado a admirar mucho aún sin conocerlos, me basta darme cuenta del empeño que le ponen a sus labores, el sentido de dignidad ante un trabajo que para muchos puede resultar denigrante quizás. No hay trabajo malo! lo malo es tener que trabajar! dijo Don Ramón en una ocasión, pero conozco el caso de un viejito que a sus setenta y tantos años se gana la vida de ambulante vendiendo pañuelos, loterías y otras cositas que lleva consigo, este señor tiene un hijo inválido, así que sus pocos ingresos van destinados a suplir sobretodo las necesidades de su joven hijo, y lo más curioso es que a este señor no le importaría ganarse la lotería y verse "librado" de un trabajo bastante pesado para un hombre de su edad, por supuesto que Don Ramón estaría contento pero no éste señor, que ve en su trabajo un forma de vida, una manera de trascender, de ser útil a la sociedad, de estar en contacto con la gente, con colores, olores y sabores que quizás no se percibiría sentado en un cómodo sofá en una amplia y elegante sala de estar.

Celebro el 1 de mayo en honor a todas estas personas que hacen la vida más ejemplar, más bonita, más pura y digna. Celebro por personas como este señor que lo he visto algunas veces por las calles amando sin decir Te amo! viviendo a plenitud sus años, sintiendo el ritmo de todo a su alrededor, respirando, riendo y llorando todo a su tiempo, luchando por aquello en lo que cree, sintiéndose feliz por hacer lo que hace.

Celebro también por aquel padre de familia que un buen día se subió al bus en el que yo viajaba y nos contó la desgracia ocurrida a su hija, aún niña, pero que desde ya ha sufrido lo impensable, nacer con una serie de deformidades físicas que se han ido corrigiendo gracias a la ayuda de gente y de varias instituciones médicas, de labor social. Me causó impresión la gran devoción de aquel padre hacia su hija a quien presentó, no con el afán de crear sensacionalismo o aprovecharse de la pequeña, sino para aclarar que todo eso que contaba era verdad y que ante las circunstancias se veía en la necesidad de pedir colaboración para una nueva operación de su hija, y acto seguido sacó su bolsito con mercadería para efectuar la venta del día (también era subempleado - ambulante) y así no tener que pedir caridad a nadie.
Pienso en la situación de muchas madres y padres de familia como estos dos, que afrontan con dignidad y valentía la vida que les ha tocado, no quejándose, sino haciendo las cosas con paciencia y dedicación, por sus hijos, por su familia, por aquellos a quienes aman, por aquello en lo que creen, haciendo la diferencia en este mundo.

Feliz Día del Trabajador!

PD. insisto, nos hubiera venido bien un Feriado!!!!