lunes, junio 27, 2005

Meditaciones urbanas

Pensando en el silencio

"Y por fin he encontrado el camino,
que ha de guiar mis pasos,
y esta noche me espera el amor
en tus labios."
(Héroes del Silencio, Mar Adentro)

*que buena canción!

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Loca vida loca

Porque tú me faltas
quiero darle al alma
el consuelo que le falta
porque el pensamiento
no le gane al tiempo
y sentirlo que me mata.

Aunque estés adentro
y este sentimiento se me antoje eterno
esta lejanía duele cada día porque no te tengo.
No tengo tu boca,
no tengo tus ganas
y por más que intento
ya no entiendo nada...

...de esta vida loca, loca, loca
con su loca realidad
que se ha vuelto loca, loca, loca
por buscar otro lugar
pero le provoca este sufrimiento
y no me abandona
porque a mí me toca
esta vida loca.
(Francisco Céspedes)

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jueves, junio 16, 2005

De músicos, poetas y locos....todos tenemos un poco

Pasmado de la emoción, Mario no podía creer que el mismísimo Neruda en persona le daría clases sobre como conquistar a la mujer amada con el sólo sonido de las metáforas. La sola palabra (metáfora) le resultaba rara a aquel humilde cartero, que nunca hubo recorrido el mundo ni experimentado el dominio de las letras o la gloria de los hombres; lo que sí poseía Mario era la sabiduría y sencillez propias de un habitante de pueblo de pescadores, de alma noble y grande como la inmensidad del océano.


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Mirando el horizonte repentinamente Mario (Il Postino/El cartero de Neruda) hace una comparación entre la belleza del mar con la imagen de su amada, Neruda le dice: sabes lo que acabas de hacer?? Has hecho una metáfora!!!!
-Noooooo
-Siiiiiiii
-Noooooo, responde el cartero sin creérselas todavía. Entonces eso significa que la vida misma es una metáfora!
*Ahora el pasmado es Neruda.


Mientras más grande es el alma más lo comprendemos todo.

Por eso, al final de cuentas el humilde cartero lo entendió muy bien, que la vida misma es una metáfora y casi siempre nos encontramos haciendo poesía:

La madre que día a día entrega odas de dulzura y comprensión a su familia.

Aquel que escribe versos de ternura y pasión exaltando al amor posible, al amor que lo inquieta, que lo arrebata, que lo desafía a decirle que sí.

Quien con gestos de dolor y resignación levanta su voz al amor olvidado o dejado ir, a lo que pudo hacer y no hizo, a lo que pude ser y no fue.

Aquellos que observan los múltiples rostros del mundo y cantan sus loas a la vida por ser tal cual es, porque a pesar de todo sigue siendo bella y única, porque a pesar de todo siguen teniendo esperanza.

El hombre común que recrea su épica diaria y que al igual que el cartero de Neruda continúa muchas veces sin creérselas todavía que está construyendo metáforas, que paso a paso está haciendo de su vida un hermoso poema.

Porque esta vida es un gran libro de poesía abierto.

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Una de Pepito...

La maestra manda a todos los niños de tarea a que escriban una poesía que termine con la frase: "Madre sólo hay una".

Al día siguiente:

- A ver Luisito, ¿qué compusiste?
Luisito con la mano hacia el cielo dice: "Yo le escribo al ser más adorado, porque me cuida cuando estoy resfriado, y si debo decir cosa alguna, la digo con entusiasmo, Madre... sólo hay una!"
-Bien Luisito!

- A ver tú, Carlitos.
Carlitos con la mano en el pecho dice: "Con sincero sentimiento, me siento muy halagado, porque tú, madre, tú me has alimentado... tú eres mi sol, tú eres mi luna, por eso te digo, Madre... sólo hay una!"
- Bien Carlitos!

- Ahora tú, Pepito.
Pepito con la mano detrás de la cabeza dice: - "Defraudado de la vida, por la madre que me dio, ayer se acostó con dos, y hoy sigue con la orgía, que tristeza la mía cuando ella me pidió, dos cervezas bien frías, que estaban en el congelador, y al abrir la puerta yo, le contesté con amargura: de las dos que me pediste, Madre... SÓLO HAY UNA!"

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lunes, junio 13, 2005

¿Quien pudiera alcanzar el éxito?

Como en sus mejores tiempos, Maradona se paseó por el estadio San Paolo de Nápoles ante 70.000 napolitanos que deliraban de emoción por la llegada de su ídolo de ídolos, quien le diera gloria al fútbol de Nápoles.

Maradona enloqueció a Nápoles

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Más delgado, relajado, caminando, trotando y hasta empujando a los fotógrafos que le obstaculizaban su vista del público, pudo recordar con nostalgia aquellos días de esplendor donde el mundo entero le rindió homenaje como uno de los máximos exponentes del fútbol (para enojo de muchos)……aunque también de la polémica.

- Me he dado cuenta que la gente se acuerda de mi, dijo.

Me pregunté en ese momento cuántas personas en el mundo podrían decirse que son amadas y deliradas por el público. ¿Cómo sería sentir todo eso?

Sin importar su origen por humilde o privilegiado, la cuestión es que se hicieron de un nombre en este mundo y con eso tuvieron que cargar para bien y mal: la fama, los privilegios que eso conlleva, pero también las malas lenguas, la falta de privacidad, los comentarios a veces injustificados y desproporcionados, en fin todo lo que el hacerse conocidos trajo como consecuencia.

Duélale a quien le duela, Maradona será siempre recordado. Sin ser santito de mi devoción, tengo que reconocer que forma parte de la memoria de muchos. Sus errores, otra historia donde hay bastante tela que cortar, pero en la cancha dio todo de si.

¿Quién pudiera alcanzar tal éxito?

Si el éxito sólo consistiera en estar en la memoria de muchos, sería más sencillo todo…

Cada persona tiene una percepción diferente de lo que es el éxito. Para muchos el éxito consiste en obtener toda clase de bienes materiales, distinciones, influencias, poder, fama, que te entreguen las llaves de la ciudad, etc etc., cosas que no garantizan la felicidad. En el mundo actual pareciera haber un conflicto de valores sobre lo que es verdaderamente importante en la vida.

Alguien una vez hizo esta comparación: a los pocos días de fallecer Lady Di murió también Madre Teresa de Calcuta, una mujer por muchos considerada una santa en vida. Lo que llamó la atención vino después, páginas y páginas dedicadas a la vida de la primera y poca información (en comparación) sobre la segunda. La revista HOLA dedicó cerca de 96 páginas a Lady Di, una mujer que aparentemente lo tenía todo pero que no era feliz, y sólo dedicó alrededor de 5 páginas a Madre Teresa, la mujer que no tenía nada pero que si era feliz.

El éxito es una filosofía de vida, es el resultado de un proceso que consiste en hacer realidad nuestros sueños más preciados, en ir logrando aquello que nos hace felices.

Dicen que el éxito vive de los soñadores, o de los “hombres irracionales” como diría Barnard Shaw, aquellos que por su condición sencillamente no pueden adaptarse a las injusticias o “comodidades” del mundo, logrando que éste de alguna manera cambie y se adapte a ellos, dejándonos su ejemplo.

Hombre irracionalísimo:
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Algo más sobre el éxito…
Sacado de una película en blanco y negro, de esas que ya no se ven por ahí: “Citizen Kane
El periodista investiga la vida del que fuera el amado-odiado multimillonario ciudadano Kane. El periodista entrevista primero a Thatcher el asesor financiero y luego visita a uno de los amigos de confianza del millonario, Bernstein.
El periodista dice que Thatcher, a quien acaba de visitar, es un hombre exitoso (por su próspera carrera financiera).
Bernstein recalca: No es trampa, si todo lo que te importa es hacer dinero.

Así que no es trampa si logras tener éxito, aunque los envidiosos que nunca faltan puedan decir lo contrario, la cuestión es en qué concentres tus energías, qué es lo verdaderamente importante en tu vida que valga la pena luchar...


“Dediquemos nuestra vida a las acciones y sentimientos que valgan la pena, a las grandes ideas, a los afectos verdaderos y a las empresas perdurables, porque la vida es demasiado breve para ser pequeña.” (Disraeli)

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miércoles, junio 08, 2005

Villa de perros

Hace unos meses junto con mi padre pude ver por fin Dogville (de Lars von Trier), no sin antes advertirle a mi papa que tal vez la película le resultaría medio “rara” para su gusto y que luego no me echara la culpa, mi padre al ver el interés que le ponía se quedó viéndola conmigo. El final nos dejó con la boca abierta.

Durante la película, Grace (la protagonista, Nicole Kidman) huye de una banda de mafiosos que quieren matarla hasta que llega al pueblo de Dogville donde pide refugio (mejor hubiese sido que la encontraran los mafiosos). Sus habitantes acceden ocultarla con la condición de que trabaje para ellos como pago por la protección y alimentación recibida. Al comienzo todo marcha bien, pero al poco tiempo aquella docilidad y cordialidad propias de un pueblo pequeño se va degradando y mostrando un lado cínico y cruel a la luz del aislamiento. Grace es sometida a una serie de abusos tanto físicos como emocionales. Grace intenta justificar estas acciones. Si los animales se guían por su instinto:
¿acaso los perros tienen la culpa de ser como son?

Ciertas acciones de los habitantes de Dogville parecieran ser producto de un instinto de supervivencia, del miedo, de un mecanismo de autodefensa en aquel mundo frío, distante, casi aislado. ¿Quién puede entonces culparlos por actuar así? (se plantea en la película)

Dice un viejo adagio que si tú no eres una serpiente (o un perro en este caso) es porque tus padres tampoco lo fueron. Tiene lógica, pero no es la norma.

¿Acaso el hombre no es más que un animal de manada? El animal de manada no tiene ideales, no planifica, no se orienta hacia sus metas y la realización de sus sueños. El ser humano no está limitado por una cuestión netamente genética, instintiva; tiene opciones y está llamado a trascender, aún cuando haya nacido o criado en medio de condiciones adversas, movido por su conciencia, por su bondad, por su capacidad de razón, acción, puede transformar el mundo.

Volviendo a Dogville…

¿Por qué recordé esta película en primer lugar? La cuestión es que a veces nos topamos con realidades tanto o mas cínicas y crueles que las ocurridas en estas villas de perros, donde la gente cree que puede ir por ahí impunemente haciendo “cosas”, cometiendo atrocidades, sacando a relucir lo peor que puede tener el ser humano como si fuese de lo más normal, justificándose en vano, como si sus acciones no tuviesen consecuencias y como si la mano de la justicia nunca los alcanzará.

Pero eso, es cuestión de tiempo…

Decía M. Halter:
"Hitler (y los suyos) puede haber perdido la guerra en el campo de batalla, pero terminó ganando algo, porque el hombre del siglo XX creó el campo de concentración, resucitó la tortura y enseñó a los semejantes que es posible cerrar los ojos ante las desgracias ajenas."

Es posible que por un lado tenga razón, por todos los inocentes asesinados alrededor del mundo, niños y ancianos abandonados, jóvenes que se pierden en la confusión y la mala vida ante la mirada ignorante o el desinterés de sus propias familias, gente sin escrúpulos que se vende o venden a otros al mejor postor y nadie quien los defienda, nadie quien reclame por ellos.
La semana pasada supe de un joven que fue asesinado por un pandillero, solo porque no pudo arrancar rápido el auto, el muchacho que lo mató se fue como si no hubiese hecho nada malo.

“El ser más desgraciado es aquel que no se conduele ante las desgracias ajenas”

Resulta risible y preocupante a la vez observar casos de total indolencia por parte de las autoridades penales, ver como las cortes se paralizan o se corrompen bajo la magra influencia de la partidocracia, que se deje en libertad a delincuentes peligrosos porque no se les dictó sentencia a tiempo.

Más frustrante aún, resulta ver cómo se dejan en la impunidad delitos que merecen todo el peso de la ley, que se atente contra la dignidad humana y que algunos de estos “indolentes” que los propician aparte de estar libres se estén dando la gran vida en otros países o incluso lleguen a recibir hasta condecoraciones del Jackson Memorial, y por si no se acordaban me estoy refiriendo al caso de Carlitos Mora, uno de los contagiados de VIH en la clínica del Dr. Garcés, hoy en día el único sobreviviente.

Sí, es cierto que se han podido perder algunas batallas, pero también es cierto que hay gente buena que lucha por sus ideales y por un mundo mejor, y no sólo es cuestión de ser soñadores, sino de tratar de hacer lo correcto!!

El autor de "El principito" decía que la técnica y la guerra no eran más que los síntomas del gran problema del hombre por haber matado la vida espiritual, la meditación, el recogimiento; ya no se puede vivir de frigoríficos, de política, de robots, de balances, de Bugattis. Ya no se puede vivir sin poesía, color, ni amor...

La vida en esta Villa no es fácil, pero sin duda se pueden marcar diferencias.

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(que lindooo!!!!)

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martes, junio 07, 2005

Entérate tú también!

Leia el mes pasado un artículo de Javier Marias (me gusta mucho como escribe) sobre la cuestión del odio que tienen a "bien" sentir algunos envidiosos y/o intolerantes con los logros de otros, con la forma de vivir, actuar, trabajar de ciertas personas; para lo cual no contentos con expresar su intolerancia ante el "objeto del odio", buscan hacerte saber que te odian!! faltaba más!

Aquellos son los de cuidado, porque en verdad te odian!

Aquí lo transcribo:

"ENTERATE"

Estuve firmando libros en Barcelona por Sant Jordi, día de las rosas y los libros, en toda la ciudad se regalan ambas cosas. En una de las sesiones, los encargados de la librería, para evitar aglomeraciones (firmábamos en una mesa corrida unos siete autores, más populares que yo la mayoría), solo permitían a los lectores acercarse de uno en uno. Uno de esos encargados me vino con una rosa: “De parte de una lectora”, me dijo. Un amable detalle, pensé. La puse a un lado y continué firmando. Pero al cabo de un rato, el librero se me aproximó y me dio otro recado: “De parte de la de la rosa, que mires ya la tarjeta”. Solo entonces me di cuenta de que, bajo el celofán, la flor llevaba un papel enrollado al tallo. Así que hice una pausa, la abrí y me encontré con una nota injuriosa. Levanté la vista, y una mujer, entre el gentío, me hizo una seña desafiante, como si dijera: “Para que te enteres”. Solo le faltó ese otro gesto tan español, consistente en poner el puño horizontal y amagar un golpe corto con la parte exterior, equivale a la frase: “Toma esa”. Como carezco del don de verme, no puedo jurar cuál fue mi cara, pero mi intención fue la de responder: “Qué se le va a hacer”, o acaso “Gajes del oficio”. Al instante la mujer se dio la vuelta y desapareció, su paciente misión cumplida.

Hace un par de años visité Zaragoza, para presentar una novela. A los pocos días de mi viaje, recibí desde allí una carta en la que un individuo me llenaba de insultos, me prohibía pisar su ciudad de nuevo y me revelaba que durante mi reciente y breve estancia, sin que yo me diera cuenta, él me había escupido. (Desde luego no me había percatado o habríamos tenido una en la calle). Pensé o quise pensar que talvez fuera falsa su fanfarronada, pero como en el remite figuraban iniciales y calle, no pude por menos de contestarle escuetamente. Creo recordar que aún tuve humor para encabezar así mi nota: “Señor Lapo Cobarde”.

Hace poco un amigo que escribe en prensa desde hace mucho menos que yo, y por tanto menos habituado a los improperios, recibió un par de cartas de militares viejos poniéndolo a caldo por un mero paréntesis. Había señalado la coincidencia de que el famoso libro de Hitler, Mi lucha, se hubiera publicado por vez primera un 18 de julio en Alemania, y se había permitido añadir: “(Vaya día)”. La sarta de ofensas que por tan poca cosa le había caído lo tenía tan indignado que le tentaba responder a ellas, y de mala manera. “Nunca hay que ponerse a su nivel”, le recomendé, “siempre hay que ser educado”. En vista de lo cual decidió abstenerse. Quizá sea lo mejor en todos los casos. Pero le comprendía bien: cuando hay remite, da mucha rabia la impunidad con que a priori cuentan los corresponsales zafios; dan por descontado que uno va a callarse, o a envainársela.

En las más ocasiones, claro está, no hay firma ni remite. Una vez, desde Valencia, lo más fino que me escribieron fue: “A tu madre debió follársela algún rojo”. Ya digo que esto no es nada. Ustedes solo ven las misivas que los periódicos seleccionan, y estos no se permiten publicar, supongo, las que contienen feroces agravios y lenguaje obsceno. Pero no les quepa duda de que cuantos escribimos en prensa nos tragamos este tipo de sapos.
Unos más y otros menos, pero seguro que nadie se libra enteramente.

Hace ya unos doce años, una revista decidió que yo era el peor escritor de toda la historia, lo cual no carecería de mérito. Sus responsables no se limitaban a publicarlo machaconamente, sino que además me enviaban su folleto con encomiable insistencia, y también cartas privadas en apoyo de su tesis. Les contesté diciéndoles que eran muy libres de opinar lo que quisieran, pero que no me llenaran el buzón de panfletos. Pues bien, todavía hoy me los siguen mandando puntualmente, unas veces con su remite y otras con falsos (de editoriales, de particulares, en una ocasión utilizaron el nombre de la veterana directora de un suplemento cultural). Siempre sé cuándo son ellos, y hará ya once años que nunca abro sus sobres. Llegaron a escribir a mi padre, por entonces de edad ya avanzada, instándolo a que me convenciera de dejar de escribir para siempre. Ahora hay quienes telefonean a mis pacientes hermanos (que a diferencia de mí, sí figuran en la guía), para que se encarguen ellos de transmitirme los insultos. (Procuro compensarlos con algunos regalos).

Ese es probablemente el mayor indicio de odio: no basta con hacerle a alguien daño, ha de enterarse. La mujer de la rosa recurrió a molestias y subterfugios varios para verme leyendo su injuriosa nota. El cenutrio de Zaragoza, puesto que yo no lo había advertido, deseaba a toda costa que yo supiera que me había escupido. A los pelmas de esa revista no les basta con poner verdes mis textos y que otros lo lean, no pueden ser felices si yo no me entero. Así que ya saben, en sus respectivas vidas: no teman tanto a quienes quieran perjudicarlos cuanto a quienes no soporten que ustedes los ignoren. Porque serán estos últimos los que de verdad los odien.



Esto último vino a mi memoria porque (aunque con un poco de pica, disculparán nomás) veo con cierto asombro (jeje) la notita dejada en el corcho de mensajes y hay quien me recalca o aclara (no se mismo que podrá ser) que sólo abrió mi blog por un amigo en común.

Y a qué viene que me ponga eso??????
No lo entendí.

Y no se por qué? pero pensé en lo que dijo Javier Marias y también porque casualmente le conversé algo de esto a un amigo (en pandilla oe).

Bueno, mejor dicho hoy me ha dado por filosofar (según yo) y quizás hasta irme por la tangente, en todo caso y si el mensajito del corcho no quiso decir lo que dijo, si lo entendí mal o se dio a explicar mal?? no lo se. Pero qué raros somos a veces los seres humanos poniéndonos a la defensiva por pequeñas cosas.

De todas maneras, venga la aclaración ahora para decir que gracias a esto y al artículo de Javier Marias (faltaba más!) me he dado cuenta nuevamente de que muchas veces me pongo a la defensiva erróneamente y luego me vuelvo huraña, distante, que cosas! cosa que por cierto no me gusta de mi, pero que le vamos a hacer.........así somos los seres humanos de volubles, así va el mundo de cambiante.


Epa!

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